Diagnostico. Marcadores y evolución.

Debido a que muchas enfermedades hepáticas pueden tener manifestaciones clínicas similares a la hepatitis B, habitualmente son los análisis de sangre son los que dan el diagnóstico definitivo. Estos análisis se centran en diferentes indicadores, que determinaran si se padece la enfermedad, y como evoluciona, alguno de estos marcadores iran desapareciendo a media que la enfermedad evoluciona y otros apareceran en un momento dado:
  • Aminotransferasas: También conocidas como transaminasas, son exámenes que permiten estimar el grado de inflamación hepática. La ALT (alanino-transferasa o SGPT) y la AST (aspartato-transferasa o SGOT) pueden elevarse a valores sobre 1000 U/L en una hepatitis aguda y varían desde el rango normal (menos de 40 U/L) hasta algunos cientos en la hepatitis crónica.
  • Bilirrubina: La bilirrubina es un producto de degradación de la hemoglobina de los glóbulos rojos que es eliminada por el hígado. Su elevación indica una falla más importante de la capacidad excretora hepática y se manifiesta como ictericia.
  • Albúmina: La albúmina es la principal proteína del plasma y es producida en el hígado. Su disminución habitualmente indica un daño importante del hígado.
  • La protrombina: es una proteína producida por el hígado que sirve para la coagulación. Su medición se expresa como porcentaje del valor normal o como INR (international normalized ratio). El INR normal es 1. A medida que disminuye la producción de protrombina el INR aumenta.
  • Marcadores virales: El virus de la hepatitis B puede detectarse a través de una serie de exámenes que detectan directamente proteínas producidas por el virus (antígenos) o la respuesta inmunológica producida por el organismo contra el virus (anticuerpos). El antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg) está presente tanto en la infección aguda como crónica. Su permanencia por más de 6 meses define a la hepatitis B crónica. Los anticuerpos anti-core pueden ser de tipo IgG o IgM (IgM anti-HBc). La presencia de IgM anti-HBc generalmente indica una infección aguda. La detección del antígeno e (HBeAg) es un indicador de infección activa y de replicación viral. Su detección es importante durante el tratamiento, ya que su desaparición indica que la replicación viral ha sido controlada. En algunos pacientes puede haber variantes del virus que sufren una mutación (mutantes pre-core) y no producen HBeAg, a pesar de existir infección activa.






Nota: como hemos repetido muchas veces la hepatitis es una enfermedad que no evoluciona igual en todas las personas, los plazos de estos gráficos son indicativos, también varían según los casos. Por ejemplo el grafico considera un periodo de incubación de 4 semanas y 6 semanas hasta que aparecen los síntomas, la incubación puede llegar hasta 6 meses y hay individuos con síntomas muy leves, pero mas o menos la enfermedad evoluciona a el ritmo descrito en los gráficos.